Aunque alrededor de la mitad de todos los pacientes con
esquizofrenia abusan de drogas, como el licor, ha sido difícil de
demostrar una clara relación de causalidad entre el consumo de drogas y la
esquizofrenia. Las dos explicaciones más apeladas para esta causalidad son que
el uso de sustancias provoca esquizofrenia o que el uso de sustancias es una
consecuencia de la esquizofrenia, y es posible que ambas sean correctas. Un meta-análisis del
2007 calcula que el consumo de cannabis está estadísticamente
asociado con un aumento dosis-dependiente del riesgo de desarrollo de
trastornos psicóticos, incluyendo la esquizofrenia. Hay poca evidencia
para sugerir que otras drogas como el alcohol causen la psicosis, o que los
individuos psicóticos eligen fármacos específicos para su automedicación;
existe cierto apoyo a la teoría de que se usan las drogas para hacer frente a
los estados desagradables como la depresión, la ansiedad, el aburrimiento y la
soledad.
La adicción alcohólica comórbida con esquizofrenia en
hombres y mujeres se relaciona con un mal cumplimento del tratamiento
psicofarmacológico y con tasas más altas de hospitalización, comparada con
esquizofrenia sola y puede tener un curso extraordinariamente desfavorable
debido al hecho de que la adicción alcohólica lleva a una reducción de las
funciones sociales y cognitivas.